Uno de los objetos de este Trabajo, de esta enseñanza, es el de observarse a si mismo. La Observación de Sí es un método conducente al cambio de uno mismo. Este Trabajo nos enseña que un hombre, una mujer, puede cambiar. ¿Por qué? El Trabajo enseña que cada ser humano ha sido creado de tal manera que le es posible cambiar. Fuimos creados como seres auto-cambiantes. Podemos cambiar —no al azar, sino en una dirección definida—. El Trabajo dice que fuimos creados como organismos capaces de desarrollo propio, como semillas.
Una semilla puede seguir siendo una semilla, pero es un organismo capaz de auto-desarrollo. ¿Es posible comprenderlo? ¿Es capaz una semilla de algún desarrollo definido? Este Trabajo, los Evangelios y toda la enseñanza esotérica, son más viejos que la historia. ¿Cómo, entonces, podemos ponernos en las condiciones convenientes para poder cambiar? Una semilla debe ser plantada para desarrollarse, y tener el alimento, aire y luz, convenientes. Así ocurre con nosotros, si nos plantan en el terreno de la enseñanza esotérica. Esta no es una idea fantástica, piadosa o sentimental. Es un hecho.
Una semilla puede seguir siendo una semilla, pero es un organismo capaz de auto-desarrollo. ¿Es posible comprenderlo? ¿Es capaz una semilla de algún desarrollo definido? Este Trabajo, los Evangelios y toda la enseñanza esotérica, son más viejos que la historia. ¿Cómo, entonces, podemos ponernos en las condiciones convenientes para poder cambiar? Una semilla debe ser plantada para desarrollarse, y tener el alimento, aire y luz, convenientes. Así ocurre con nosotros, si nos plantan en el terreno de la enseñanza esotérica. Esta no es una idea fantástica, piadosa o sentimental. Es un hecho.
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