La Ley de los Tres explica
muchas cosas que no pueden explicarse del modo corriente, porque habitualmente
pensamos acerca de alguna fuerza sola. Muy raras veces tomamos en consideración la
segunda fuerza, la resistencia, y nunca la tercera fuerza.
Isis, Osiris, Horus;
Brahama, Vishnú y Shiva, etc. Son las Trimurtis sagradas que representan
siempre las mismas tres fuerzas primarias. Todos los fenómenos cósmicos, toda
creación, tienen su base en las tres fuerzas primarias.
El organismo humano posee 7
GLÁNDULAS, El Sistema Nervioso Posee 3;
Sistema Nervioso Central (SNC), Sistema
Nervioso Periférico (SNP), El Sistema
Nervioso Autónomo (SNA).Y 3 Centros de Control: El ENCEFALO, LA MEDULA ESPINAL,
LOS GANGLIOS NERVIOSOS.
La Ley del Tres y la Ley del
Siete trabajan intensamente dentro de la MAQUINA HUMANA.
Puede haber siete
combinaciones de fuerzas, una de ellas incomprensible para la mente humana,
puesto que en esta tríada cada fuerza ocupa cada lugar. Las tríadas se refieren
a acontecimientos, de modo que si hablamos de cada acontecimiento por separado,
sea grande o pequeño, hemos de entender a cuál tríada pertenece cada uno de ellos.
Pero una sucesión de acontecimientos procede según la Ley de las Octavas.
La Ley de Siete significa
que ninguna fuerza trabaja jamás continuamente en la misma dirección: trabaja
durante cierto tiempo, luego disminuye en intensidad y cambia su dirección o
sufre un cambio interior.
Esta fórmula, que expresa
una ley cósmica, se aplicó después a la música en la forma de la escala mayor
DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI, DO (octava).
El hombre, por ejemplo es
una fuerza, la mujer es otra fuerza, el hijo es otra fuerza; ese hijo a su vez,
crece, se casa y de ahí resulta una nueva criatura.
De una fuerza neutralizante
salen nuevas Trinidades. Si el hombre es la positiva, la mujer es la negativa.
En el caso concreto de la creación, el hijo es la tercera, o sea, el aspecto
central; es obvio que ese tercero, el hijo, a su vez, como fuerza positiva,
tome a una mujer como fuerza negativa y de ahí resulta otro hijo, he ahí otra
Trinidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario